martes, 21 de septiembre de 2010

Sink



¿Y si te digo que me hundo... por mi propio peso?


Ven a salvarme, te prometo que sé nadar sola, es que se me han enredado las promesas en los tobillos.
Y me hundo.

Te prometo que sé nadar sola.
Es sólo que quizás esté ocupada llenando el mar.

Aquí abajo ni se nota el frío, ni tengo ganas de llorar, ni me toca el sol.
Quedo suspendida hacia el abismo.
Quieta y en constante e inexorable descenso.

Todo te engulle.
Y estás tan cansada que cerrarías los ojos.
Pero es que aún quiero verte aparecer.

Me acojo a la regla XIV y VIII.

4 comentarios:

Wind dijo...

aparecerá :)

El Drac dijo...

¡Qué angustiante sensación! eres una maestra del suspenso

Joseba dijo...

Si parara de llenar el mar dejaría de engullirla y quizás así pudiese llegar alguien a salvarla.

Goldigger dijo...

Bienvenida.

No esperes de los demás nada de lo que harías tu.