lunes, 18 de octubre de 2010

La posibilidad de la victoria



Se de lo que me hablas. De esa incapacidad de detener tus pies, aunque te sientas exhausto y pienses: "Voy a parar". Porque, con las prisas, he soltado su mano. Y ella se quedas atrás, mirando. Pero no puedes parar los pies, porque eres consciente de que, si paras, no sabrás volver a la carrera. Y cuanto más te alejas, más te das cuenta.
De que si no abandonas y rechazas la posibilidad de la victoria, la perderás. Ahí, mirándote, extendiendo la mano pero sin moverse.
Porque ella ha decidido no vivir en tiempo ni lugar. Y la barahúnda de participantes te arrastra sin tocarte, sin darte la opción de detenerte y romper la marcha perfecta.
La posibilidad de la victoria.
"Pierde y gáname"
Pero no hace falta que hables del miedo que tienes, de no ser capaz de amar por no olvidar la derrota del tiempo y el futuro. De no acostumbrarse a las eternas tardes de Otoño viendo películas atemporales con nuestros vasos atemporales de cacao, o café. Y reprocharle, cuando se vaya, que los has perdido todo. Tú, antes, corredor de élite de la vida. Y a solas el mundo sin ella.
Eso de no ser capaz de perdonar(te) el haber olvidado, en sus blancos brazos, andar sólo; hasta el punto de ser un inválido si te amputan su presencia. Hasta el punto de odiar el futuro que te prometen como discapacitado: el futuro de los perdedores.

Es por eso que, por mucho que tu corazón lata con fuerza, presa del pánico, tú no eres capaz de parar. Porque, en el fondo, quieres vivir. Darías tu vida por ella, lo harías realmente; porque cuando se marchase, tendrías que renacer, o ella te llevaría a todas las ciudades y camas a las que fuese después de ti.
Y tu quieres vivir. Es la prueba de acero.
Y ella es la definitiva.
La posibilidad de la victoria.

Continúas, mirando sus ojos, disculpándote. No es porque tengas miedo a la muerte (lo tienes, te aterra), es porque parar es un suicidio. Y tú, como todos los que juegan, participan, compiten; quieres ganar.

Pero te equivocas de camino. No te has dado cuenta de dónde está la posibilidad de la victoria.

2 comentarios:

.A dijo...

yo ye he perdido toda batalla..

Wind dijo...

:) 50%