Hablábamos de sexo (cómo no).
De que si los hombres van a lo que van, y nunca nada es casual.
Toda mujer que lea esto sabrá ése pensamiento que surge cuando somos tratadas bien (demasiado). Y tú dudas. ¿Por qué me acompaña hasta el portal?¿Por qué me invita a su casa?¿Por qué me saca a bailar?
Dudas, porque tienes miedo, un miedo egocéntrico, de que en el fondo sólo sea eso, sexo. Artimañas para llevarte a la cama, bondad animal.
Y... no sé, no he podido evitar sonreír. Sonreír porque no es verdad. Porque, sí lo es. Pero no.
Recapitulemos, sí, claro que esas cosas pasan y pasarán siempre, es la forma educada, la forma que no asusta del típico ¿follamos? (o no). Pero no es la única forma. Y aunque lo sea, cual es el problema. Siempre he pensado así.
Cuando no quieres, dilo claro, aun a riesgo de perder los privilegios, aun a riesgo de perder a una persona. Puede suceder también que esa persona, a pesar de todo, siga ahí.
¿Follamos? O no. Da igual, soy un encanto de todas maneras.
2 comentarios:
si.. :)
hay que hacer mas corta la noche!
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