De pedir perdón por no tener valor.
Y cuando plantas cara hacerlo bajo un escudo de lágrimas.
Por no poder sonreír. Te juro que llevaba todo el día queriendo enseñarte mi sonrisa.
Y es que ya no me quedan fuerzas. Y siento que me fallo a mí misma más de lo que te fallo a ti.
Porque si pudiera todo estaría cabeza abajo. Y no estaría triste nunca; aprendería a vivir la parte de vida que me toca a mí sola. Para reconciliarme con mi alma y jurar que puedo dormir sin compañía.
Pero es que me duele intentarlo.
Me duele sola, sin ti.
Y me duelen tus silencios. Esos de: uno, dos, tres...
Me duele porque me hacen pensar que es que eres así, y cambiarte es renunciar a ti. Y eso supone estar sola. Y perder un poco la fe, y volverme un poco loca (más).
Siento toda esta fe que no pediste sobre tus hombros, esta esperanza que he plantado yo sola, y ahora te culpo si muere.
Siento que esta sea mi cara de todos los días; no poder ser mejor.
1 comentario:
si te duelen sus silencios.. solo queda romperles..
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