Un corazón desvirgado, que de la pureza del blanco no ha oído hablar...
que nació bombeando rojo y bombeando sigue, a veces más rápido, a veces cansado.
Un corazón que me habla, suave suave, con su latir, despacito.
Habla de casas blancas, de paredes blancas y luz de mañana. De brisa de verano entrando por las ventanas para robarme un escalofrío a mí, una sonrisa a ti.
Y se escucha el sonido de mis dedos en el espejo, y de tu piel erizándose. Te guste o no, porque en esa casa hay habitaciones para todos; en las que yo te miro, en las que tu no eres visto.
Porque he llorado muchas noches y he reído muchos meses.
Porque en el verano, por las noches, es cuando más bonito se ve ese cielo azul, oscuro...
es el ala sur de mi casa. En la que crecen las flores, rojas, en paredes blancas. Rosas con espinas para recordarme que a todos nos hieren. Flores que trepan por llegar a tu ventana. En las paredes, blancas, que son como un lienzo de luz en la mañana, de dorados en la tarde y violetas en la noche, en las paredes puedo escribir tu nombre con tizas de colores, y borrarlo si escucho que alguien se acerca.
Porque he llorado muchas noches, pero mereció la pena por los problemas reidos.
2 comentarios:
rosas con espinas, flores que trepan
simplemente las amo
Las lagrimas son como agua oxigenada para nuestro corazón, escuecen... pero al final curan.
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