viernes, 18 de abril de 2008
lullaby
...
Una tarde, de esas de otoño en las que nos sentábamos a escuchar latir la tierra, tuvimos un diálogo de domingo:
yo. El verde está devorando nuestros pies.
tú. SILENCIO
miro como nos engulle la hierba y se despide el cielo.
No veo más que el oscuro de tus ojos, que me recuerda tanto que jamás debí guardar en los cajones de mi memoria.
yo. No dices nada, ¿en qué piensas?
tú. Shhh, guarda silencio, no vayas a despertar a las libélulas de su sueño.
...
Una tarde tú me dijiste que las libélulas dormían entre mi pelo si yo soñaba... o quizá aquello fue un sueño que me cantaron las libélulas sintiendo la ausencia del verde en el otoño y lo oscuro de tus ojos.
era un domingo, lluvioso, de esos en los que se desangra el cielo, poco a poco, sin llegar a mojarme por completo, como a mi me gustaba, sin llegar a hacernos olvidar, como te gustaba a ti.
Etiquetas en frascos de veneno:
De cuando la libélula observa su rostro en las aguas,
More than Fairy Tales
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
si fuera sei te diria que eres demasiado romantica
pero sabes que a mi me encanta ^____^
Publicar un comentario