Es por lo que a veces me pesan las noches.
Es por lo que ésta, en concreto, se me hace dura.
Es porque ha flaqueado mi fe y, por unas horas, te he sentido lejos.
Pero es un secreto, y no te diré nada.
Porque es cuestión de fe y, después de tanto, me cuesta creer.
Pero es un secreto, y no te diré nada.
Porque es cuestión de fe y, después de tanto, me cuesta creer.
2 comentarios:
¿quien dijo que el dogmatismo fueSE malo?
Me niego... aunque desaparezca nuestra fe nosotros seguimos aquí. Tal vez más solos o más desesperados o más vacíos, pero vivos.
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