domingo, 2 de noviembre de 2008

303




Barcelona,
vista desde mi ventana;
desde tu espalda.
Se despide de mí.
Barcelona, preciosa y horrenda,
silenciosa y ruidosa.
Sonora.

Nuestra original sound track
son respiraciones entrecortadas,
son tres roces de sábanas
y cigarrillos consumiéndose.
Es la lluvia callendo por lanoche,
furiosa.

Y ya te echo de menos,
mientras cierro mi maleta
empieza a llover en horizontal.
Me asomo; no estás.
Y las mantas van enfriándose
aunque siga haciendo calor.
Todo me recuerda a ti.

Barcelona.
Te dejo mi alma en el cajón
de "nuestra" habitación:
la del número mágico.
El número mágico.

Dímelo otra vez,
que yo tampoco me lo creo.
Eso de que queda prohibido llorar,
eso de que estoy despierta, estamos.

Porque yo tampoco me quiero ilusionar,
que la esperanza sobrevive a la amenaza nuclear.
Pero, pequeño, yo soy torpe;
no me des felicidad que quebrar,
que la rompo. Se me rompe.

No quiero irme de Barcelona,
abandonar esta ciudad.
No quiero.

Va a ser un viaje largo.
Voy a pensar en ti.


Temblando entre las sábanas;
no quiero abrazar ninguna almohada que no lleve tu olor.
Voy a pensar en ti.


Norma número VII
"Debes y puedes hacer todo lo que quieras, y cumplir sólo las normas que quieras"

- Esto ya lo hablamos.
- Todo es discutible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bonito