martes, 18 de noviembre de 2008

Close your eyes



Cierra los ojos.
El calor, el aliento, la voz.

Cierra los ojos.

Cogiste mi rostro entre tus manos y me diste un poco de tu calor. Me prestaste el sabor de tus labios, dejando tibias las almohadas; rompiendo con tu fuego la escacha de mis pestañas.
Y me has enseñado a hacer que los días salten y den volteretas hasta lograr que se abracen los treses y los ochos.

Y, cuando ya no me queda nada más que decir, apareces tú para robarme las palabras.

Te pones la chaqueta, te calzas los zapatos y te despides tres veces. Te marchas una y te quedas dos. E intentas enseñarme sabiendo que a mi edad ya no se aprende a jugar limpio, sabiendo que si hago trampas, es por ganar, y no por la partida.

Todo sabe a calor, porque voy a ir sacando las luces de navidad, para alumbrar mi cama por las noches.
Y así poder jugar a encontrarte entre las sombras de mi almohada y la pared.

Y así tener alguien con quien hablar cuando te hayas ido a matar princesas y besar dragones que se conviertan en estrellas titilantes en el cielo.

Y así tener alguien a quien contarle que, cuando hace tanto frío que no tengo aliento, sonrío.

...Y mientras, la nieve, se derrite de envidia en mi ventana, porque tú estás dentro y, por primera vez, ella fuera...

Regla número XI
"Puedes saber cómo es una persona dependiendo del sabor de radical que beba"

2 comentarios:

Yuki, Lord Nieve dijo...

y nacerá un nuevo gormen ^___^

pervertido dijo...

Seguramente pecaré de ignorante pero, ¿Qué demonios es un radical?

8X