O que has sonreído al amanecer.
Quizás sea ese yo que sé que te provoca tantos cambios de humor.
Asientes en silencio.
Por las dudas y derrotas ajenas. Tu vida se ha cansado de que sólo tú puedas portarte mal.
Y ahora es el resto el que susurra aquello de: tarde y mal.
No hay cura para mi enfermedad, menos aún para tu contagio.
Ahora, tu historia se acaba, princesa. Te equivocaste, y sabías que te equivocabas.
Jirones de carne y hueso, de niebla, de tela ensangrentada.
Es romántico y por eso (hoy) no lloras. Pero es cuanto te queda.
O eso creías.
3 comentarios:
Es romántico y por eso (hoy) no lloras. Pero es cuanto te queda.
Me encanta eso. Y leerte, que es super agradable. Si ya lo decia nuestra querida Ovee^^
Un saludo!!
Siempre hay cura. Aunque la enfermedad esté aún ahí, siempre hay cura.
:]
Yop creo que todo se debe a que huele a manzanas y frutas del bosque y que la enfermedad se llama amor ¿me equivoco?
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