domingo, 21 de febrero de 2010

The first orgasm in the morning.


Llegas a casa de la oficina, con el pelo, el abrigo y los pies mojados. Tras la puerta cerrada del dormitorio sientes el calor, ves la trémula luz filtrándose por el suelo, como un amanecer echándole el pulso a la montaña.Está dormida, porque la oyes respirar pausadamente. Se habrá quedado dormida leyendo.
Piensas en la otra con la que acabas de estar. "La oficina". La has buscado porque echas de menos sentir que conquistas a alguien, que alguien (más) se siente atraído por ti...
Pero viéndola ahora sientes que te sobran todos los besos de todas las mujeres del planeta. Te quitas la ropa húmeda e impregnada de otra. Le das un beso y ella abre los ojos, te sonríe y vuelve a dormir.
Piensas, bajo la ducha, en los días fríos que te quedan de vida, en los que ella se dormirá con un libro entre las manos. En los que "la oficina" te esperará cálida y apasionada, sin pedirte nada ni hacerte sentir culpable. Piensas en tantas cosas que, al salir del baño, con todo su vapor abrazándote por detrás, sólo tienes ganas de saltar por la ventana y caer al abismo...


Cuando ella despertó el gélido viento que se colaba por la ventana abierta le erizó la piel. La luz seguía encendida, y era más fría aún la mitad vacía de la cama.

3 comentarios:

Alice Parker dijo...

Verdaderamente me ha encantado. Nada más con leer el título del blog me has cautivado^^
Seguidora^^

Un beso! (K)

El Drac dijo...

Precioso relato pero no es por eso que quiere saltar al abismo, es porque así esté con todas las mujeres del planeta ninguna ni todfas harán que se sienta un hombre de verdad yhe ahí la verdadera razón por la que traiciona a su amante y abnegada esposa NO ES UN HOMBRE DE VERDAD necesita probárselo muchas veces, lo podremos ver alardeándo con sus amigos, en los prostíbulos y coqueteando con muchachas alegres. Son especímenes de hombre que más abunda : los mediocres. Un abrazo

Valkyrie dijo...

Drac, yo no he dicho que coquetee con todas las mujeres.
Y él sí era un hombre de verdad. Y si no lo era, tampoco le importó.