viernes, 19 de febrero de 2010

Las niñas bonitas.


- ¿A dónde vas, preciosa?
- Cruzo el río sin pagar.
- Jeje, bonita, aquí todos pagan.
La niña contempló un instante las gélidas y oscuras aguas del Estigia.
Se volvió hacia Caronte y, sustrayendo de su boca la moneda de oro, pagó el peaje como todos.
No era Heracles, no era Orfeo. E incluso las niñas bonitas pagan dinero.


2 comentarios:

El Drac dijo...

Me alegra que conozcas el lago donde se ahogan todos los fracasos, un abrazo.

Sueño contigo dijo...

Algo gracioso:

http://www.youtube.com/watch?v=xV7RHX2ZfOM