que desando el camino hacia ninguna parte,
que esta piedra dorada no son las baldosas amarillas.
Y luego, de pronto, después de un cielo blanco y triste,
en días como hoy
me doy cuenta de que todo daba igual,
que realmente no es a casa a donde quiero regresar
solo perseguir esa luz,
era gloria,
esa sensación
Que hace que se te erice la piel
y se te encoja el alma en el pecho
y sonrías, y piensas que ya podrías morir
que tu misión está cumplida.
Porque quizás no era el camino correcto lo que nos hacía dioses,
quizás fuese solo el camino,
la piedra,
el sol,
el viento.
Y seremos felices solo dentro de nuestra risa,
de nuestras manos.
Deberíamos amarnos más
el uno al otro,
el uno al uno,
el otro al otro.
Y nunca, nunca, jamás,
dormir solos.
Y ser una amapola,
por eso del rojo y de morir tan fácilmente.
Sentid lo que siento yo
4 comentarios:
Oz... Y la maldita ciudad esmeralda xDDD Dormir solo es un asco T_T Aunque tienes la cama para ti solo jajaja
here comes the sun, turururu... y que buen sabor deja siempre la luz.
Dicen que el sol hace que todas las baldosas sean amarillas*.
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