miércoles, 27 de marzo de 2013

Sirenas

Las mujeres tenemos el don de atar ángeles a la Tierra,
a la tierra.
Porque siempre hemos envidiado,
anhelado,
esas alas, ese sol, ese paraíso.

Las mujeres hemos exterminado toda belleza,
robándola,
haciéndola solo nuesta;
para serlo todo, en apariencia.

Somos diosas y demonios,
más de lo segundo que de lo primero.
Porque no es que seamos malas,
ni queremos destruir,
pero siempre hemos anhelado,
envidiado:
esas alas, ese sol, ese paraíso.

Sirenas que quieren ser salvadas,
y te arrastran al infierno.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca fui dueño de mis alas,
Eternamente han sido puestas a tus pies,

Nunca sufrire al perderlas,
Eternamente te recordare.

Las alas son un simbolo,
El desapego es el verdadero anhelo.

No puedes robar algo que ya es tuyo.