viernes, 8 de marzo de 2013

The dreamers

Nunca estamos solos.
Podemos sentirnos solos,
pero nunca lo estamos:
los que se fueron son, precisamente,
los que siempre están.

Y hacer el amor no tiene comparación
con cualquier otra variedad del sexo.

En unos meses se me agota el plazo de prueba,
y tendré que entrar,
a la fuerza,
en la veintena.
No habrá excusas para seguir siendo
aquella que se hería,
y justificar con ello mis desensueños.

Quiero dejar mi ciudad blanca,
y ensuciarme en otras aceras,
en otros países.
No quiero morirme sin haber visto
todo lo que mis ojos puedan abarcar.

No se pueden cumplir los sueños
pero podemos recrearlos,
dibujarlos,
escribirlos,
lamerlos,
sentirlos...

Jugar a cazarlos es la felicidad,
pero de eso no te das cuenta hasta el final.

Somos soñadores,
por eso nunca estamos solos,
podremos estar tristes,
y quizás los abrazos no nos curen entonces...
pero nunca estaremos solos.

En cierta medida todos los soñadores
compartimos un cuerpo,
una mente...
como los hermanos siameses que fueron separados
al nacer.




...Y no buscamos más 
que volvernos a juntar.

2 comentarios:

Pupas dijo...

Crecer, pero no por ello dejar de experimentar :P

prometeo dijo...

El amor que pasa, la vida que pesa, la muerte que pisa...