Soy como esas moscas que arremeten contra el cristal una y otra y otra vez.
Ahora las entiendo, piensan que se doblegará, quieren sentir el cristal cerca, quieren penetrar en él.
Nunca he visto morir a ninguna mosca de arremeter contra un cristal, pero sé que lo hacen.
Quizás mueran de viejas golpeándose contra el cristal, o quizás mueran por las lesiones del mismo.
Da igual, mueren así, como vivieron.
Tenían todo el mundo para volar y se obsesionaron con ese cristal, inútil salida
.
2 comentarios:
Impresionante.
Arremetemos contra lo invisible o transparente porque sabemos que hay algo más haya.
La terquedad termina siendo una cualidad. :D
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