A veces, en noches como hoy, con este tiempo tan cálido que deja esa sensación de frío, siento que todo mi mundo se desmorona, que todo va hacia abajo; a peor.
Es la puñalada durante el sexo.
La muerte dulce.
Música revelada bajo el agua.
Me explico mejor. Es como cuando estás tú, pequeño, flotando en un mar inmenso, una tarde de verano, con el sol cálido, luchando contra las lenguas del alma. Y de pronto sientes la belleza y la inmensidad sobrecogedora. Estás feliz y triste, inmensamente triste. Es un segundo, pero piensas que podrías morir en ese instante.
Es como cuando recuerdas a los que se fueron (para siempre jamás) y sientes una felicidad diminuta y profunda, y sientes en torno a ella una tranquilidad melancólica, la enorme calma de la certeza. Es ese sentimiento, esa felicidad que flota en medio del océano.
No sé, es bello, es triste.
Es el sentimiento final.
(creo)
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