¿Hacia donde nos lleva la puta vida?
Peor aún, ¿hacia dónde te lleva a ti,
que me deja a mí aquí?
Aquello de que la vida era un río,
un parpadeo,
un frenesí.
Es como estar enterrado en la arena hasta las rodillas,
y ver subir la marea,
y no patalear siquiera.
No importa, siempre has querido ser sirena,
para atraer barcos hacia las rocas,
y tener amantes submarinos,
cadáveres hinchados
incluso antes de naufragar.
Va a subir la marea, y se lo va a llevar todo.
1 comentario:
En la tormenta solo dejarnos vencer a su ritmo nos permite que salgamos quizas vivos.
Otros prefieren luchar contra ella sin importar lo tonto que se vea esta batalla perdida antes de inciar.
No es saber a donde nos lleva la tormenta, es disfrutar de su caos.
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