miércoles, 20 de noviembre de 2013

Wolf

Me gusta esa forma que tienes de cantar,
de besar el micrófono.
Me gusta esa forma que tienes de reír,
cuando ríes de verdad,
desde dentro del pecho.
Me gusta cómo sales en las fotografías,
cómo pareces feliz o cómo pareces abatido;
me gustaría haber estado ahí,
ser parte de todo.
Me gusta cuando duermes
y me coges de la mano.
Me gusta cuando estamos enfadados
y me escribes.
Cuando me escribes y es para decirme
que me quieres.
Me gusta tu voz,
y me gustan tus manos.
Me gusta dormir contigo
y tenerte si me despierto de una pesadilla.
Me gusta cuando te veo y veo el niño,
y me gusta cuando te veo, alto,
y me siento protegida.
Me gusta esa cara que pones
cuando recibes un regalo
y no sabes qué responder.
Me gusta tu forma de mirar,
de besar.
Me gusta mi vida contigo,
mis tardes, mis domingos.
Me gusta que me conozcas,
y que sepas cuándo las cosas van mal.
Me gusta que seas bueno,
aunque tú no lo sepas.
Y abrazarte,
y pensar que quizás te proteja
de algún monstruo invisible.
Me gusta que no necesites,
porque si doy o me das
es por querer.
Me gusta cuando me abrazas
y dejo de llorar.
Me gustan tus historias,
me hacen feliz;
aunque a veces haya tenido miedo
de que el pasado nos pisase los talones.
Me gusta esta forma que tienes de querer,
y ese miedo que tenías de herir.
Me gusta porque te hace a ti,
porque todo eres tú.
Me gusta porque has sido tú todo este tiempo,
detrás de cada historia que parecía irreal,
tú.
Me gusta porque cuando pienso en todo esto,
en lo que tengo,
tengo ganas de llorar,
de volverme creyente
y agradecérselo al cielo.
Me gusta porque me hace feliz,
porque me siento viva
(gracias a ti).
Me gustas. Mucho.



No hay comentarios: