viernes, 26 de abril de 2013

Prima tristeza

La sensación de estar sola, de que la gente se escapa entre mis dedos, a lugares con más luz; más cerca del cielo.
Cada viaje es una pequeña muerte, cada distancia un clavo en el ataúd que guarde los momentos pasados, que no volveremos a recrear.
Vivimos condenados, desde que nacemos. Condenados a querer, condenados a perder, condenados a morir, condenados a(l) nacer. 

Quizás sea incomprensible fuera de mi cabeza, quizás sea juez y verdugo de mi propia situación. Lo más probable es que así sea. Pero venga de donde venga el dolor es dolor; y si no que se lo digan a las cicatrices de lágrimas que abren caminos en las mejillas, señalando la dirección de la vida, igual que la Osa Mayor señala el norte. 

Dolor con sonrisas, con plumas. Dolor que nace del fuego del corazón; que siempre es mejor ser llama ardiente (y cenizas), que hielo y charco. 


“Deja de atormentarte por esto. Las cosas fluyen hacia donde tienen que fluir, y por más que te esfuerces e intentes hacerlo lo mejor posible, cuando llega el momento de herir a alguien lo hieres. La vida es así.”

— Haruki Murakami, Tokio Blues.





1 comentario:

Anónimo dijo...

ME GUARDO ESTA FRASE


“Deja de atormentarte por esto. Las cosas fluyen hacia donde tienen que fluir, y por más que te esfuerces e intentes hacerlo lo mejor posible, cuando llega el momento de herir a alguien lo hieres. La vida es así.”

— Haruki Murakami, Tokio Blues.

Por cierto "FELIZ CUMPLEAÑOS" adelantado ó atrasado... pero la verdad sabes que en mi corazón tu un lugar tienes guardado. :*