viernes, 5 de julio de 2013

El camino

- No hago más que cagarla.
- Si no haces más que cagarla es señal de que lo estás haciendo bien.
- Explícame esa teoría.
- Imagina que somos como esas personas que se pasan toda su vida jugando a la lotería; hemos tenido algún premio pequeño, nada importante. Cada día compramos un boleto y, cada día, comprobamos, después de que salgan los números, que no nos ha tocado el premio gordo.
Bien, pues eso es vivir. Vivir es cagarla, no una vez. La gente que dice "sufrí mucho, me estrellé, la vida duele", esas personas no saben lo que es vivir. Vivir es cagarla, una y otra y otra vez. Como un tonto. Como comprar cada día un puto boleto de lotería, sabiendo que no te va a tocar. Porque no toca nunca. Porque, en verdad, el premio gordo no existe. El premio gordo es un vacile. Y lo sabemos. Pero seguimos jugando.
En realidad, ¿queremos ese dinero?¿qué haríamos con él?
Quizás hasta el final no lo admitamos (y puede que ni entonces), pero jugábamos por jugar, por los números, por el papel, por perder y por volver al día siguiente, a lo mismo.
Resumiendo, tuvimos, cada día de nuestra vida, un objetivo, una ilusión.
Lo que cuenta no es la meta, es el camino.


Diosas de pedestal adictas a la bonoloto. Valquirias de sangre caliente. El premio gordo.

Es un vacile.
Juega conmigo.


Es curioso que, en inglés, a la suerte la llamen
oportunidad

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