jueves, 7 de agosto de 2008

Cold hearted


Se empieza por el principio, y no por el final como me enseñaron de pequeña.
Y es que yo siempre dije que no podía ser buena tanta contradicción literaria y tantos desayunos forzados.
Porque al final se me atragantaron las galletas y las palabras.
Y ahora se me hace difícil hablar[te] de ti.

Y pedirte perdón una-y-otra vez. Por romper todas las promesas que te[me] hice, una-a-una.
Hablar de ti en los silencios, en los puntos y las comas.
Respirar de ti, olvidando cómo era vivir antes.
Pudiendo encontrarte coincidencias hasta detrás de las orejas. Y en el hueco del hombro, ése que fue creado para apoyar la cabeza.

Aunque no merezcas mis disculpas.
Aunque no merezcas mi tiempo.
O, simplemente, no lo quieras, que eso me duele más.
Hace mucho frío aquí.
O es cosa mía?

1 comentario:

sueño de cristal dijo...

"Y en el hueco del hombro, ése que fue creado para apoyar la cabeza."

Me encanta ese hueco...