lunes, 1 de julio de 2013

un orgasmo

¿Qué es la felicidad?

¿Qué coño va a ser?
Es cuando tienes un orgasmo.
Eso de que, aunque estés bien jodido,
o aunque no ames a la persona
que entra y sale de ti,
por un puto momento
te sientes bien,
mejor.

Uno no puede sentirse desdichado si está teniendo un orgasmo. Puede sentirse mal antes o, probablemente, después. Pero no puede sentirse mal durante.
¿Lo entiendes?
Eso es la felicidad. Un instante entre toda la mierda, o no. Pero un instante. Un segundo en el que amas sin pensar, en el que ríes sin chiste y en el que sonríes solo por tu propio cuerpo.
Podrías morirte, te da igual. Eso es la felicidad.

Luego todo pasa. Te sientes desnudo y cansado. Quizás te des cuenta de que la persona que está tirada a tu lado no es la persona. Quizás te echen, quizás eches. Puedes llorar treinta segundos después de la felicidad. Toda una noche. Porque ser feliz tres segundos no te otorga un escudo protector para el resto del día (mucho menos de tu vida). Eres feliz tres segundos.
El tiempo que dura un cruce de miradas cómplice en un semáforo, en una librería. El tiempo que se tarda antes del beso, cuando los alientos están tan juntos que se hace un beso egipcio, intercambiando almas. El tiempo que dura un puñetero orgasmo o lo que tardas en quitarte una camiseta, baile sexy incluido.
Porque en la vida todo lo realmente bueno y necesitado es frenético.

Y la felicidad es un destello que no dura apenas nada. Es esa luz clara y parpadeante que a veces ponen en las discotecas; y lo ves todo negro y blanco, a intervalos. Es cuando en el momento blanco ves unos ojos que te miran. Negro. Y tú contienes la respiración tres segundos, con la mirada fija en la oscuridad, esperando el blanco otra vez. Ya estás teniendo un orgasmo.

Eso es la felicidad, ¿no?



1 comentario:

Antonio J. Rodríguez López dijo...

¡WoW! La verdad es que no te falta razón al decir que todo lo que realmente te marca dura apenas segundos. Me encanta con la naturalidad que has llevado relato ^.^