miércoles, 30 de septiembre de 2009

Sobre todas las cosas, esto.


Llueve, llueve tanto que, si abro la ventana, se llena mi mundo de lluvia.
Escucho cómo el cielo grita, se estremece. Poco a poco, cae, en forma de agua, el cielo.
Se está rompiendo y es como si tras sus puertas se ocultase todo el peso del mundo, toda su belleza, todo su color (blanco)... se derrama sobre mí.
Lo toco con las manos, lo acaricio.

Este cielo, este que es el mismo que te guarda ahora, habla.
Habla poco, cada vez menos... no se hace mayor, nosotros dejamos de escuchar.
Sale el sol.
Y me siento nada bajo tanta belleza.
Nada tiene esta tormenta, nada esta lluvia, grácil, que envidiar a una Helena por la que se libró una guerra.

El frío entra por la ventana, si pudiese le esperaría desnuda; y dejar que me abrazase, y dejar que me mojase.
Y es que siempre he sido más de la tormenta que de nadie.

Que me siento más agua que humana, más viento que viandante.

Huele a lluvia; no a tierra mojada, ni a humedad... no. Huele a agua, a electricidad, huele a nubes nerviosas, a manos frías, a pelo entrelazándose con el viento.
Huele como sólo pueden oler las tormentas que no se esperan.

Todo se está inundando.
El cielo ruge. Se cae, se desintegra convirtiéndose en materia acuosa, para que pueda así poseerlo, para que pueda así sentir cómo la tormenta me lleva con ella cuando despliegue sus alas y vuelva al cielo, y regresar a despertarme con un beso una noche cualquiera, mientras duermo.

En un parque, en un entierro, en la nada, desde bajo-mantas...
Es igual, siempre-bajo-el-mismo-cielo.

¿Qué buscas?
Nada... ahora ya nada.
s o b r e t o d a s l a s c o s a s , e s t o

Sale, sale el sol aquí, también.


3 comentarios:

k@T dijo...

Y nadamos en la ingente y bondadosa lluvia...como peces que cada 3 segundos olvidan quienes son...qué son y dónde están...

Precioso/a como siempre

Dilealarabia dijo...

Yo conozco esa ventana!

Tormenta (L) Y una que vive aquí, rodeada de sol, arena y calor; siempre se sentirá mas segura entre lluvia y nubes a las que le rujen las tripas. =)

Anónimo dijo...

Un tierno golpe de agua para dejar enamoradas mis neuronas del la brusca caricia de las gotas.

Mientras mis paso intentan regresar a ti, mientras la gente huye de su destino.

Solo me aferro a la melancolía de tus recuerdos, mientras la lluvia abre el camino para llegar a ti.

Aunque al despertar sepa que no estarás allí.

:_)