Recojo mi chaqueta. Pero no me la pongo, para que te preocupes por mí cuando salga por la puerta.
Me dejo las llaves sin-querer en la mesita del salón. Me dejo mis besos en tu cuello, para volver algún día a por ellos.
Me olvido mi olor entre tus sábanas, y mi voz en cada historia.
Para que cuando veas letras sólo pienses en mi. Para que cuando duermas, aún te pueda acompañar.
Y ahora, me pregunto quién te quitará el sueño.
Quién te salvará de las pesadillas de despertar, cuando, al abrir los ojos, yo ya no esté ahí.
3 comentarios:
=)
Horas intempestivas.
Las mejores.
hablaremos...
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