Yo solo pido
que te rías conmigo.
Que sientas el sol cuando lame,
y la piel cuando escuece.
Solo te pido
que dejes que la lluvia moje,
que las heridas sangren,
que la playa brame.
Y que dejes latir y golpear
el corazón sobre el pecho,
sobre papel,
sobre los labios.
Yo solo pido
un torrente de ojos
y el pelo al viento.
Olvidar quiénes somos, fuimos y seremos.
Riendas o no,
cabalgar.
Que dejes que las heridas sanen
(si es que lo hacen)
Que la fe es una cuestión personal.
Y al final,
todo morimos,
herid/mos.
1 comentario:
Ahi libelula, va a tomarme algo de tiempo actualizarme.... pero me encanta leerte.
Un abrazo y que vaya bien el verano.
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