martes, 18 de junio de 2013

Sin batería. Ronin.

Me quedo sin batería. Me desconecto del mundo.
He salido de ese estado de duermevela, he roto la membrana para sacar la cara, mojada, al exterior.
Y no había nada más que un junio gris, de lágrimas y camas tristes. Está justificado, pues, esta sensación de frío por dentro. La garganta entumecida. ¿Tragaba o escupía? Ya ni me acuerdo, por eso abro la boca en la ducha, quiero ser parte de ese agua. Levantarme y gritar. Siempre cuando no hay nadie.
Volver a casa, y sin quitarse la ropa, ducharse. No hay que sonreír a las paredes que te han oído gemir. Y los gemidos son el nombre del llanto; lo llaman. Pero solo estamos quitándonos la ropa. Duchándonos. Pegar la frente a las baldosas, respirar. No hay alternativa. Mojarse, mojarse. El pelo, la cara, los brazos, la espalda, las piernas. Es solo tuyo.
Todo va mal. Todo va. Todo el mundo está preocupado y sigo ahí, bajo el agua, esperando la reminiscencia de un pasado en el que éramos peces que salieron al barro. Junio se está portando mal. Mayo te abandonó. Abril, ni hablar de él. Quizás no sean los meses los que hacen daño. Quizás no sean los demás los que hacen daño. Quizás sea algo que se lleva siempre encima, un beso fantasma en la nuca. Dormir y no ser consciente de que eres observado. Algo así.
Todas esas cosas que consumen la batería y te dejan incomunicado, la noche de un martes, en mitad de una calle mojada. Tanta ira que, si pudiese, apretaría las mandíbulas hasta romperme la cabeza entera. Pero no me pertenezco. Ni a nadie. Y solo queda esto, el aliento del ronin, la lucha con dientes, con lágrimas, con sonrisas. La lucha por nada, solo por no caer. Por morir como un guerrero y, cuando, en el suelo, ya no pueda levantarme más, saber que se intentó, hasta el puto final.

1 comentario:

prometeo dijo...

“When nothing seems to help, I go look at a stonecutter hammering away at his rock perhaps a hundred times without as much as a crack showing in it. Yet at the hundred and first blow it will split in two, and I know it was not that blow that did it, but all that had gone before.”